Existen muchas maneras de utilizar Dominios en Internet, ya que se puede diferenciar entre las utilizaciones comerciales y las no comerciales, así como también, entre la utilización de los Nombres de Dominio con el respaldo de un derecho y la utilización que no tiene dicho respaldo.
La utilización es no comercial, cuando la misma no está relacionada o conectada con el comercio y carece de objetivos comerciales, éstas pueden ser, la utilización de un Dominio, para un sitio privado que muestre fotos de familia, o tratarse de un grupo de discusión, un sitio de Internet dedicado solamente a fines caritativos, un sitio de Internet de un organismo no lucrativo, como un club deportivo, o un sitio de internet de un organismo gubernamental o administrativo que no participe en actividades comerciales.
La utilización comercial se da cuando la actividad está relacionada con el comercio o con un fin comercial.
El problema se suscita cuando esta utilización se realiza sin respaldo de un derecho otorgado que esté referido a un nombre, una marca, un signo distintivo protegido por el derecho de propiedad intelectual.
Por ejemplo, en lo relativo a la utilización de una marca como dirección electrónica, existen diferentes alternativas en cuando la utilización honesta o deshonesta, como ser:
Habría un riesgo de confusión, aún sin referirse a la similitud de los bienes y servicios, puesto que la similitud de los signos será suficiente.
Cuando el nombre de dominio no se utiliza para productos o servicios idénticos o similares al de una marca en el sentido jurídico, en general se niega un riesgo de uso deshonesto. El riesgo de confusión se determina en lo relativo al contenido del sitio de Internet designado por el Nombre de Dominio, cuando existe una relación estrecha entre el dominio, los productos o servicios que se publicitan, que se ofrecen o se entregan y una determinada marca, sería una verdadera identificación, así se tendría una utilización deshonesta de este dominio.
La acomodación de los Nombres de Dominio en el ordenamiento jurídico, está siendo perturbada por algunos problemas que corresponden la naturaleza misma de ese nuevo fenómeno y el tratamiento que se le está dando internacionalmente.
Originados y destinados a simples funciones de indicadores, los nombres de dominio asumieron otra función, entremezclándose con los demás signos distintivos nacidos en el mundo real, que forman un territorio autónomo dentro de un determinado Estado.
Sin ser invitado el nombre de dominio ingresó en el sistema de señales utilizadas por los empresarios. Por esa razón, por se un intruso, perturba la estructura normativa a la que se someten los Derechos de Propiedad Intelectual.
Los nombres de dominio corresponden a las direcciones de computadores conectados al internet, su función consiste en asegurar que los usuarios puedan enviar correos electrónicos y visitar sitios web. Para una empresa, organización o persona, un nombre de dominio es similar al registro de propiedad de una marca. Una vez registrado el nombre, nadie más podrá usarlo.
Existen muchas compañías con nombres similares y solo una podrá tener en forma única y exclusiva la posibilidad de usar el nombre y mantener la presencia en Internet.
Analizando los dominios con relación a su importancia en el manejo empresarial, se observa que el nombre de la empresa es sin duda uno de los principales activos de la misma, de este modo la gente puede recordar, e identificar la procedencia de sus productos o sus servicios, su nombre es el nombre que se usa para hacer publicidad. Así, la elección del nombre de dominio es por tanto, una de las principales decisiones que se deben tomar a la hora de crear una empresa, por ello su protección reviste de gran importancia. A la hora de decidir el nombre de dominio que se utilizará, se debe tener en cuenta el uso que se dará al dominio, así como la protección de la empresa o de sus productos y servicios.
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